En el más reciente episodio de Al fondo hay sitio, Juan Pablo (Fernando Niño), el nuevo CEO financiero de la empresa Maldini, detectó documentos sospechosos firmados por Joel (Erick Elera) que apuntan a un presunto desfalco millonario.
Preocupado por la gravedad del asunto, tomó una decisión tajante: llamar directamente a Fernanda (Nataniel Sánchez) para conocer su opinión sobre Joel. La conversación, que parecía inofensiva, terminó revelando mucho más de lo que imaginaba.
Durante su revisión habitual, Juan Pablo halló una serie de documentos con movimientos financieros irregulares. Para su sorpresa, todos estaban firmados por Joel. La cifra del supuesto desfalco alertó al nuevo CEO, quien no entendía cómo alguien con un historial aparentemente inofensivo podía estar vinculado a tal situación.
Lo que Juan Pablo aún no sabe es que Joel firmó esos papeles siguiendo la recomendación directa de Miguel Ignacio, quien, en complicidad con Antonia, habría tendido una trampa cuidadosamente planeada. El objetivo: sacar a los Gonzales de sus vidas para siempre.
Juan Pablo, decidido a no precipitarse, optó por comunicarse con Fernanda, esperando encontrar respuestas sobre la integridad de Joel.
La imagen de Joel como una persona bien intencionada pero fácilmente manipulable empezó a tomar forma. Juan Pablo se dio cuenta de que había algo más oscuro detrás del aparente error.
Tras hablar con Fernanda, Juan Pablo se reúne nuevamente con Antonia. En esa conversación, surge una revelación aún más perturbadora: tanto ella como Miguel Ignacio conocían perfectamente los movimientos de Joel. Todo indica que la trampa estaba premeditada.
Antonia, con su actitud fría y calculadora, no da señales de remordimiento. Su plan junto a Miguel Ignacio fue tan sutil como efectivo: usar la confianza de Joel para firmar papeles sin saber que lo involucraban en un desfalco. Ahora, la duda persiste: ¿podrá Joel probar su inocencia antes de que sea demasiado tarde?