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En una escena cargada de emociones, Cristóbal (Franco Pennano) es confrontado por Koky, quien no duda en llamarle la atención por su comportamiento hacia July (Guadalupe Farfán). “No seas tan miserable”, le dice con firmeza, evidenciando el dolor que posiblemente podría revivir July si él aún persiste con decisiones equivocadas.
El reclamo no solo pone en evidencia la falta de madurez emocional de Cristóbal en el pasado, sino también la decepción de quienes lo rodean y vieron cómo es que cambió desde la llegada de su tío Miguel Ignacio de las Casas (Sergio Galliani).
Koky inicia el regaño, con: “¿Han regresado? (...) Cristóbal, si lo que quieres es salir, divertirte, hay un mundo enorme ahí afuera esperándote”, a lo que Cris respondió firme y sin miedo: “Yo sé que he cometido muchos errores, pero amo a July, como nunca he amado antes”.
Tras recibir el fuerte reclamo, Cristóbal no evade la responsabilidad. Conmovido, admite sus errores y expresa su arrepentimiento, asegurando que está dispuesto a cambiar por amor a July.
“No se trata de si la amas o no, se trata de que sepas amarla, como ella se merece, no juegues con July (...) No seas tan miserable de volver a ilusionarla solo para volver a romperle el corazón”, sentenció Koky.
La conversación se convierte en un espacio de vulnerabilidad donde Cris deja entrever su deseo de reconstruir lo que dañó y ser una mejor versión de sí mismo. Este momento íntimo resalta la posibilidad del nacimiento de algo más que solo una relación... ¿podría nacer una pedida de mano?
Hablar de cambio no es suficiente: ahora Cristóbal deberá demostrar con acciones que sus palabras van en serio. La escena invita a reflexionar sobre la importancia de asumir las consecuencias, aprender del pasado y entender que amar bien requiere madurez, empatía y decisión.