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La boda entre Ethel Pozo y Julián Alexander fue un evento marcado por la intimidad y la decisión firme de mantenerlo alejado de las cámaras. A pesar del interés mediático y las ofertas para transmitir la ceremonia, la pareja eligió vivir este momento en privado.
Edson Dávila hizo la pregunta y Ethel confirmó que le ofrecieron de todo por transmitir su boda, cabe mencionar que su madre, Gisela Valcárcel sí transmitió su boda en 1995 y fue televisado con más de 70 puntos de rating.
Pese al legado de su madre, Ethel confirmó que ella rechazó las jugosas ofertas: “Me ofrecieron todo, hermano (...) Yo invité a 200 personas, 180, gente NN del colegio, de la vida, y solo 20 personas públicas. O sea, nunca han visto mi ceremonia ni han visto nada”.
En tiempos donde todo se comparte en redes, Ethel y Julián apostaron por la privacidad. Su decisión refleja que, incluso en la era digital, hay celebridades que priorizan lo auténtico y lo íntimo.