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Gino Assereto se quebró en televisión al revelar cómo encontró paz interior alejándose de la fama y acercándose a Dios, guiado por su fe en Jesús.
Durante su emotiva entrevista en el programa Esta Noche, Gino Assereto dejó atrás su coraza de chico reality para mostrar al verdadero ser humano que hoy se reconstruye desde el amor propio y la fe.
Con la voz entrecortada y los ojos cristalinos, reveló que por años se sintió vacío y sin rumbo, incluso en los momentos de mayor fama. Hoy, su guía es Jesús de Nazaret, y asegura que alejarse de la televisión le permitió sanar heridas profundas y reencontrarse consigo mismo.
Gino reveló que la ausencia de su padre desde temprana edad afectó profundamente a su familia. Su madre, fuerte y luchadora, crió a sus hijos.
A pesar de conocer a su progenitor en la adultez él encontró su camino solo.
Aunque alcanzó notoriedad como figura de realities, Gino reveló que detrás de las cámaras su vida estaba lejos de ser plena. "Carecía de amor propio", admitió emotivo, asegurando que su tiempo en la TV lo llevó a una crisis interna que no supo cómo manejar.
"Tenía una intuición de que todo era temporal… y cuando entré a la TV, todo se agravó", expresó. Hoy, desde otra perspectiva, ve ese camino como necesario para llegar a donde está, pero no como su destino final.
Assereto compartió que su vida cambió radicalmente cuando empezó a trabajar en sí mismo con la guía de Dios. “Papá Dios me pone donde siempre quise estar”, afirmó con convicción, señalando que su transformación personal le permitió aprender lo que nunca supo en sus años de fama: quererse.
Al recibir mensajes de su hija y su hermano durante la entrevista, Gino no pudo contener la emoción.