En Vivo
Antes de ser conocido como uno de los bailarines más populares de la televisión peruana, Anthony Aranda tuvo un inicio poco común en el mundo del entretenimiento. Durante la emisión de Mande Quien Mande, el también coreógrafo confesó que comenzó su camino profesional como barman a los 17 años, una experiencia que, lejos de avergonzarlo, recuerda con orgullo y cariño.
Aranda explicó que fue su propio hermano quien lo introdujo al arte del flair y la coctelería de espectáculo. “Yo tenía 17 años y mi hermano, bueno, él ya es barman profesional hace muchísimos años, ahorita maneja una empresa grande”, reveló.
En poco tiempo, desarrolló habilidades impresionantes: preparar tragos mientras lanzaba botellas, dominaba las técnicas visuales y animaba a los asistentes en discotecas y eventos privados. Sin embargo, su mami siempre lo cuidó de lo excesos y afirmó que no lo dejaba tomar: “Mi mamá me agarraba la correazos”.