Hoy:

    Ate: salvavidas asesinado en pleno estado de emergencia

    Según testigos, dos sujetos interceptaron a Jaime en la calle Nuevo Amanecer para exigirle dinero. Al resistirse, uno de los agresores le disparó. El hecho está siendo investigado como homicidio por extorsión.

    Foto y video: América Noticias

    El sonido del motor ya no despierta a doña Rosario. La mañana del viernes 7 de noviembre, lo que irrumpió su rutina fueron gritos de desesperación. Su hijo, Jaime Quispe Castañeda, acababa de ser acribillado a solo unas cuadras de su casa, en plena calle y bajo un estado de emergencia que, según los vecinos, no existe.

    Tenía 33 años y trabajaba como mototaxista. Esa madrugada, salió como siempre a buscar pasajeros, sin saber que sería la última vez. Unos metros más adelante, frente a la huaca de Puruchuco, lo interceptaron. Recibió 14 disparos. Murió en el acto.

    Fuente: Domingo Al Día
    Fuente: Domingo Al Día

    ¿Qué ocurrió el día del crimen?

    De acuerdo con testigos, dos sujetos a bordo de una moto lineal roja interceptaron a Jaime en la calle Nuevo Amanecer. Le exigieron dinero y, al resistirse, uno de los agresores le disparó. No hubo discusión prolongada. Fueron segundos de tensión que terminaron con un ataque directo y brutal.

    Su madre, guiada por el alboroto en el vecindario, corrió hasta la escena. Lo encontró cubierto por una frazada, sin signos de vida. Minutos antes, su esposo había gritado su nombre con desesperación: “¡Jaimito!”. Ya era tarde.

    Fuente: Domingo Al Día
    Fuente: Domingo Al Día

    ¿Qué se sabe de los responsables?

    Vecinos señalaron que los atacantes serían extranjeros, conocidos en la zona. La Policía ha iniciado las diligencias correspondientes y el caso es investigado como un posible homicidio por extorsión.

    Hasta el momento, no se han realizado capturas. La familia exige una investigación exhaustiva y respuestas claras. La escena del crimen se registró a plena luz del día, en una zona donde la vigilancia debería haberse reforzado por el estado de emergencia decretado por el Gobierno.

    ¿Cómo era la vida de Jaime Quispe?

    Jaime no tenía antecedentes policiales ni enemigos conocidos. Era un joven trabajador que buscaba oportunidades desde distintos frentes. Durante años, se desempeñó como salvavidas y operario en fábricas. También intentó seguir carrera militar, pero abandonó el plan por decisión familiar.

    En los últimos años, se dedicó al mototaxi. Su padre le compró una unidad con la que trabajó de forma constante, incluso durante las noches. Con ese ingreso ayudaba en casa, cubría recibos y solventaba necesidades básicas. A pesar de las dificultades, nunca dejó de esforzarse.

    Fuente: Domingo Al Día
    Fuente: Domingo Al Día

    ¿Tenía sueños personales?

    Además de su trabajo, Jaime era un apasionado de la música. Grababa videos de rap y reguetón, soñaba con tener un disco propio y con comprarle una casa a su madre. “Vieja, no te preocupes. Yo voy a ser grande y te voy a comprar tu casa”, solía decirle.

    Sus audífonos eran parte de su rutina diaria. Escuchaba canciones mientras trabajaba, componía letras, practicaba entonaciones. En sus redes sociales, compartía algunos de sus temas. Aunque aún no había subido a un escenario profesional, ya se sentía artista.

    ¿Qué rol tenía en su familia?

    Vivía con su madre, Rosario Castañeda, a quien estaba profundamente unido. No tenía pareja ni hijos. En casa, era el hermano engreído, el tío que siempre consentía a los sobrinos y el hijo que compartía cada comida familiar. “Era juguetón, bromista, alegre… siempre estaba en la casa trabajando”, recuerda su madre.

    Jaime prefería pasar tiempo con su familia antes que salir con amigos. Se encargaba de llevar a los más pequeños de paseo, colaboraba con los gastos del hogar y escuchaba a su madre cada vez que lo necesitaba.

    Fuente: Domingo Al Día
    Fuente: Domingo Al Día

    ¿Qué dijo su madre tras el crimen?

    Rosario no encuentra consuelo. Cada vez que pasa un mototaxi frente a su casa, cree por un instante que es su hijo quien regresa. “Me dejaste, papá. No te despediste”, repite con dolor.

    Entre lágrimas, exige justicia. Señala que los asesinos se ensañaron con Jaime, disparándole directamente a la cabeza y el cuerpo. “Él no era delincuente, era un joven trabajador. No es justo morir así”, reclama.

    ¿Qué contexto rodea este crimen?

    El asesinato ocurrió en pleno estado de emergencia. Una medida que, en teoría, debía reforzar la seguridad en distritos golpeados por la delincuencia. Sin embargo, los vecinos del sector Micaela Bastidas afirman que no ven patrullajes, ni presencia policial sostenida.

    “Ya van tres asesinatos en esta zona”, denunció un amigo de la víctima. “El estado de emergencia es solo un anuncio, pero en la calle seguimos solos”.

    ¿Hay otros casos similares en la zona?

    Horas después del crimen de Jaime, otro ataque estremecía Ñaña. Esta vez, la víctima fue un colectivero identificado como Jesús Urrutia, quien fue asesinado mientras llenaba pasajeros en su miniván. Su esposa, embarazada, lo encontró sin vida.

    Ambos casos no son aislados. Según el Ministerio Público, 56 choferes han sido asesinados este año en Lima Metropolitana y Callao. En total, se registran 104 víctimas de atentados en el sector transporte: 56 fallecidos y 48 lesionados.

    ¿Qué dicen las estadísticas?

    Cada 20 minutos se registra una denuncia por extorsión en el país. Y según proyecciones del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público, este 2025 podrían superarse las 30 mil denuncias solo en Lima y Callao.

    Los distritos más afectados incluyen San Juan de Lurigancho, Los Olivos, Villa El Salvador y Ate, donde ocurrió el crimen de Jaime.

    • Jaime Quispe fue asesinado en Ate con 14 disparos el 7 de noviembre.
    • Fue interceptado por dos sujetos que intentaron extorsionarlo.
    • Trabajaba como mototaxista y soñaba con ser cantante.
    • Su madre exige justicia por el crimen de su hijo.
    • El asesinato ocurrió durante el estado de emergencia en Lima.
    • Hay 56 choferes asesinados en lo que va del año en Lima y Callao.