Callao: Cantante y bailarina asesinados antes de quinceañero
Testigos informaron que más de veinte balas interrumpieron la fiesta y alcanzaron directamente a los artistas, provocando su muerte instantánea. Familiares aseguraron que ninguno de los dos tenía problemas personales ni vínculos con actos delictivos.
La música y el baile estaban por comenzar. Era sábado por la noche y en el Callao todo estaba listo para un quinceañero. Pero en lugar de aplausos y celebración, una ráfaga de más de veinte disparos transformó la fiesta en una escena de crimen. Johan Mora Castro, cantante de salsa, y Ariana Cañola Barriga, bailarina afroperuana, fueron asesinados justo cuando se preparaban para subir al escenario.
¿Quiénes eran las víctimas del ataque?
Johan tenía 24 años. Era vocalista y fundador de la orquesta de timba “La Timbera”, una agrupación que había logrado ganar notoriedad en redes sociales y hasta presentarse en televisión nacional. Ariana, de 19, era una destacada bailarina de festejo y ritmos urbanos.
Se conocieron durante los castings del grupo y desde entonces compartían escenario. Aquella noche, como tantas otras, iban a trabajar juntos.

¿Cómo ocurrió el crimen en el Callao?
El ataque ocurrió en el asentamiento humano Francisco Bolognesi. Testigos indicaron que los artistas se encontraban dentro de la casa donde sería el evento, organizando los últimos detalles del show.
Sin previo aviso, más de veinte balas fueron disparadas desde el exterior. Algunas atravesaron las paredes; otras impactaron directamente en Johan y Ariana. Fueron trasladados de inmediato al hospital Daniel Alcides Carrión, pero no sobrevivieron.
¿Qué se sabe sobre el móvil del crimen?
Familiares y compañeros de ambos aseguraron que ninguno tenía problemas personales, amenazas previas ni antecedentes. Ariana era estudiante de Administración y planeaba iniciar una segunda carrera en Psicología. Johan se dedicaba exclusivamente a la música desde los 15 años.
No hay indicios de ajustes de cuentas ni vínculos con actos delictivos. Todo apunta a un ataque criminal injustificado que terminó con dos vidas inocentes.
¿Cuál fue la reacción de sus familias?
El dolor es indescriptible. La madre de Ariana no encuentra consuelo. “Era una princesa, no merecía morir así”, dijo entre lágrimas. Recordó que su hija era talentosa, dedicada y había ganado múltiples concursos de danza.
En el otro extremo, la hermana de Johan relató cómo él cantaba desde que despertaba, y que su habitación aún guarda su voz, su piano y hasta su perrito “Mora”, que no deja de esperarlo.

¿Qué huella dejaron en la escena artística?
Ariana deslumbraba en el escenario. Desde los 15 años participaba en concursos afroperuanos. Tenía clases en academias reconocidas y se formaba en varias disciplinas de danza. Johan, por su parte, era carismático y perseverante. Desde adolescente trabajó en orquestas.
“Era el alma del grupo”, cuenta su hermana. En las presentaciones, Ariana solía ubicarse muy cerca de él para seguir el compás de su canto. Así murieron: juntos, haciendo arte.
¿Qué exigencias han hecho las familias?
Ambas familias claman justicia. La madre de Ariana, devastada, implora que el crimen no quede impune. “Solo pido justicia para mi hija”, repite. Los hermanos de Johan coinciden. “Se fue en un viaje eterno del que no va a volver”, expresó su hermana.
Piden que se identifique a los autores del ataque, se investigue el móvil y se sancione a los culpables con todo el peso de la ley.
¿Qué más se sabe del entorno de las víctimas?
Ariana estaba por graduarse de Administración y ahorraba para estudiar otra carrera. Su madre contó que ese día sintió una angustia inexplicable. “Cuando me dio el beso, presentí que no regresaría”. Johan vivía en La Victoria.
Fundó su orquesta con esfuerzo y lideraba al grupo con dedicación. Tenía planes de viajar con su agrupación el próximo año. Ninguno imaginó que aquella sería su última presentación.

¿Cómo fueron despedidos?
Ambos fueron despedidos en medio de música, llanto y homenajes. Compañeros de “La Timbera” recordaron a Johan cantando sus propias canciones. Amigas de Ariana bailaron en su honor. En cada escena, el arte intentó abrazar al dolor. Globos blancos y cohetes acompañaron el adiós. La comunidad artística expresó su indignación: dos jóvenes fueron asesinados solo por trabajar, solo por brindar alegría.
El Callao vuelve a ser escenario de una tragedia que enluta al arte. Dos talentos fueron silenciados por la violencia, dejando tras de sí familias destruidas y una escena musical marcada por la pérdida. Mientras las autoridades investigan, las familias solo tienen una palabra en común: justicia.
• Johan Mora y Ariana Cañola fueron asesinados antes de animar un quinceañero.
• Más de veinte balas interrumpieron la fiesta en el Callao.
• Ambos eran jóvenes artistas sin antecedentes ni amenazas conocidas.
• Johan lideraba su propia orquesta de timba.
• Ariana era bailarina afroperuana y futura egresada de Administración.
• Familiares exigen justicia ante un crimen sin explicación.
• El arte peruano perdió dos promesas por la violencia.











