Crisis en SAMU: emergencias desatendidas en Lima
El sistema de atención móvil de urgencias en cuidados intensivos
Creado hace 13 años con el propósito de brindar atención médica inmediata, el Sistema de Atención Móvil de Urgencias (SAMU) enfrenta hoy una grave crisis. Ambulancias deterioradas, falta de unidades operativas y emergencias desatendidas han llevado al servicio a un punto crítico. Esta situación genera preocupación ante un eventual desastre natural, como un sismo o una tragedia de gran escala.
Vehículos en mal estado y emergencias sin atender
El SAMU cuenta con apenas 17 ambulancias operativas para atender a 10 millones de personas en Lima Metropolitana. Varias de sus unidades están varadas en talleres debido a desperfectos graves, como ventanas sujetas con esparadrapo, carrocerías oxidadas y motores que no encienden. Según testimonios, incluso emergencias vitales, como accidentes cerebrovasculares y caídas, han quedado sin atención por la falta de disponibilidad.
Chats internos revelan la gravedad del problema: solicitudes de unidades para casos de urgencias son rechazadas constantemente con respuestas como "no hay" o "negativo". Esta situación refleja un sistema incapaz de responder a las necesidades mínimas de la población.
Promesas incumplidas y un futuro incierto
En 2011, el SAMU fue inaugurado con la promesa de atención gratuita e inmediata. Sin embargo, 13 años después, esa visión se ha desvanecido. Aunque se anunció la compra de 33 ambulancias, su entrega ha sido postergada repetidamente, y solo se espera su llegada para noviembre de 2024. Las autoridades afirman que estos vehículos no sustituirán las unidades actuales, sino que se sumarán a la flota existente.
Mientras tanto, países vecinos como Chile y Colombia superan ampliamente a Perú en términos de infraestructura y operatividad de ambulancias. Los peruanos continúan enfrentándose a un sistema de salud fragmentado y deficiente, en el que cada minuto cuenta y la falta de recursos pone en riesgo vidas.