Incautan seis toneladas de aletas de tiburón en el Callao
Más de seis toneladas de aletas de tiburón fueron incautadas en un almacén clandestino del Callao
La Policía Nacional, junto con la Fiscalía contra el crimen organizado y el Ministerio de la Producción, incautaron más de seis toneladas de aletas de tiburón en un operativo realizado en el Callao. El cargamento estaba almacenado en condiciones irregulares dentro de un inmueble cercano al puerto. Cinco personas fueron intervenidas como parte de la investigación.
El valor de lo incautado podría superar los ocho millones de dólares en el mercado asiático, donde este producto es considerado un lujo.

¿Dónde hallaron las aletas de tiburón y cómo fue el operativo?
La intervención se realizó en un almacén clandestino del Callao .El operativo comenzó cuando se intervino un vehículo que transportaba tres bolsas con aproximadamente 60 kilos de aletas. El seguimiento llevó a las autoridades a una vivienda cercana al puerto del Callao, donde hallaron el resto del cargamento.
El local estaba acondicionado con mesas metálicas de corte y un frigorífico donde almacenaban las aletas. La intervención fue resistida por algunos vecinos, pero finalmente la policía logró ingresar y detener a tres personas en el interior y a dos más en los exteriores.
¿Cuál es el valor de las aletas incautadas en el mercado?
El cargamento incautado puede alcanzar hasta ocho millones de dólares. Según el general Manuel Lozada, jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), las aletas decomisadas están valorizadas en aproximadamente 1.5 millones de dólares en el Perú. No obstante, en el mercado asiático, su valor se multiplica, alcanzando hasta ocho millones de dólares debido a su alta demanda en la gastronomía de lujo.
Este producto es especialmente solicitado para la preparación de sopa de aleta de tiburón, considerada un manjar con supuestas propiedades afrodisíacas y medicinales.
¿Por qué es ilegal el tráfico de aletas de tiburón?
Su comercialización atenta contra especies en peligro de extinción. Las aletas de tiburón son obtenidas mediante una práctica conocida como “aleteo”: se corta la aleta y se desecha el resto del animal al mar. Esta actividad contribuye a la disminución de especies protegidas y representa un delito contra el medio ambiente.
La ley peruana prohíbe el tráfico de aletas sin el debido registro y control sanitario. Las cinco personas intervenidas están siendo investigadas como presuntos miembros de una organización criminal dedicada al tráfico ilegal de especies marinas.















