Hoy:

    Padre e hijo son acribillados cuando recogían equipos de sonido

    Don Marino y su hijo José Luis, dos empresarios de Parcona, fueron asesinados por criminales que ingresaron a un local y dispararon más de 60 veces. También murió el vigilante del lugar.

    Foto y video: América Noticias

    La tranquilidad de Parcona, distrito de Ica, se vio rota la madrugada del miércoles 2 de abril con un crimen que dejó a la comunidad en shock. El doble asesinato de don Marino Huarcaya Misajel, de 74 años, y su hijo José Luis Huarcaya Peña, de 41, mientras retiraban equipos de sonido tras un evento, marca una tragedia que enluta a una familia y al negocio de sonido y luces que habían construido con esfuerzo durante más de cuatro décadas.

    La familia Huarcaya fue reconocida en la región por su empresa de sonido y luces, una firma que, desde su fundación hace 45 años, se convirtió en un referente en el mundo del entretenimiento en Ica. A lo largo de los años, la empresa se expandió, y no hubo evento o concierto en Parcona sin los equipos de sonido y pantallas de los Huarcaya. La compañía fue testigo del paso de artistas locales y nacionales, quienes siempre recordaban con cariño al padre y su hijo por su dedicación y profesionalismo.

    José Marino Huarcaya, conocido por su espíritu trabajador y generosidad, fundó la empresa junto a su esposa, con la que formó una familia que pronto se unió al negocio. Su hijo José Luis, conocido como "Gato", se unió al proyecto familiar, y padre e hijo trabajaron codo a codo, consolidándose como socios en la empresa de sonido que marcó la vida de generaciones de iqueños.

    Sin embargo, esta historia de esfuerzo y trabajo se truncó una madrugada fatídica. Tras haber trabajado en un evento en un local en el sector Los Ángeles, Parcona, donde se celebraba una fiesta familiar con la actuación de Toño Centella, los Huarcaya se disponían a recoger sus equipos de sonido, cuando el horror llegó en forma de sicarios armados.

    Un total de cuatro delincuentes, a bordo de dos motocicletas, irrumpieron en el lugar y comenzaron a disparar contra el local. Los disparos fueron tan intensos que dejaron más de 60 agujeros en las paredes y el portón del establecimiento, así como la vida de tres personas inocentes: el padre y el hijo Huarcaya, y el vigilante del local, Isaias Joel Silva Ramírez, quien también perdió la vida tras recibir múltiples disparos.

    La tragedia dejó a una comunidad desconsolada. Los amigos y colegas de los Huarcaya, conocidos por su profesionalismo y amabilidad, los velaron entre cantos y aplausos, rindiéndoles homenaje por su legado en el mundo de la música. Mientras tanto, la familia de las víctimas, especialmente la madre y hermana de José Luis, se mantienen sumidas en el dolor, con el corazón roto por la pérdida de dos seres queridos que dedicaron su vida a un negocio que benefició a tantos en Ica.

    En los días posteriores al ataque, los vecinos y compañeros de los Huarcaya salieron a las calles para exigir justicia y mayor seguridad en la región, pues el crimen puso en evidencia la creciente ola de violencia que golpea a Ica. Las autoridades continúan investigando el ataque, aunque se maneja la hipótesis de que la extorsión podría haber sido el móvil del crimen. Sin embargo, el alcalde de Parcona indicó que también podrían existir otras razones detrás de este terrible ataque.

    La tragedia ha dejado una marca imborrable en la región. El triple asesinato ha conmovido a Ica, y muchos temen que el nivel de violencia, que parece estar fuera de control, siga cobrando vidas de personas inocentes. Los amigos de los Huarcaya, quienes eran más que colegas, piden justicia, mientras la comunidad exige medidas urgentes para garantizar la seguridad y poner fin a la impunidad que parece reinar en el país.