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    Pollo a la brasa es cuarto mejor plato de pollo del mundo peruano

    Taste Atlas reconoció al pollo a la brasa como el cuarto mejor plato de pollo del mundo. Domingo al Día recorrió pollerías emblemáticas para conocer historias de éxito detrás del sabor nacional.

    Foto y video: América Noticias

    El aroma del carbón, la piel dorada y crujiente, el jugo que brota al morder: el pollo a la brasa se alzó nuevamente con un honor internacional. La guía gastronómica Taste Atlas lo reconoció como el cuarto mejor plato con pollo del mundo. En Domingo al Día recorrimos distintas pollerías tradicionales y modernas para conocer las historias de quienes lo preparan con dedicación, sazón y orgullo nacional.

    ¿Qué representa este reconocimiento para el Perú?

    Este reconocimiento global coloca al pollo a la brasa como un emblema de la cocina peruana. Eleva su categoría: deja de ser solo una comida popular para convertirse en símbolo del sabor nacional. Además impulsa el legado de generaciones de cocineros que han perfeccionado su técnica entre brasas y carbón.

    La inclusión en la lista de los mejores del mundo reivindica no solo la receta sino el esfuerzo colectivo de cocineros, pollerías y clientes que mantienen viva una tradición. También puede impulsar el turismo gastronómico: quienes viajan al Perú buscan ese sabor que ahora destaca fuera de fronteras.

    Fuente: Domingo Al Día
    Fuente: Domingo Al Día

    ¿Quiénes conservan la receta del pollo a la brasa?

    En “Donde Walter”, una pollería familiar de larga data, encontramos al señor Walter Rodríguez. Con más de 80 años, sigue al pie del horno, manteniendo una receta sencilla: pollo macerado en cerveza y sal durante 24 horas, sin condimentos sofisticados.

    Ese sabor, heredado con orgullo, conquistó a vecinos y comensales de diversas regiones.

    Walter recuerda que empezó vendiendo pollos a los 16 años en un horno casero. Con esfuerzo, fundó la pollería que hoy guía su familia. Sus hijos, Daniel y Diego, continuaron el legado, combinando tradición con creatividad.

    Esa constancia y pasión por lo auténtico han ayudado a que el plato nacional siga vigente y competitivo ante la cocina internacional.

    ¿Cómo reinventan el plato las nuevas generaciones?

    No todas las versiones respetan solo lo tradicional. En la pollería Píkalo, en Lima Norte, el pollo a la brasa adquiere nuevos matices. Ahumado a leña viva, se combina con tacos, chaufa o fideos, adaptando el sabor criollo a gustos contemporáneos.

    El resultado: un plato moderno, versátil, pensado para quienes buscan algo distinto sin renunciar al sabor.

    Fuente: Domingo Al Día
    Fuente: Domingo Al Día

    Por otro lado, “Siete Pollos” ofrece variedad y creatividad: cada día presenta una receta distinta — curry, BBQ, chinito, hierberito — manteniendo el pollo como base. Esta propuesta demuestra que el pollo a la brasa puede reinventarse sin perder su esencia. Con papas nativas crocantes, arroz chaufa o salsas especiales, cada versión ofrece una experiencia nueva.

    ¿Qué distingue cada estilo en sabor y presentación?

    Las tres propuestas — tradicional, fusión y contemporánea — entregan experiencias distintas. La versión de Donde Walter destaca por su sencillez, sabor ahumado y textura jugosa por dentro y crocante por fuera. Ideal para quienes buscan lo clásico y auténtico.

    La versión de Píkalo fusiona lo peruano con influencias urbanas y modernas: tacos o chaufa con pollo, salsas exóticas, presentación informal, ideal para jóvenes y hogares urbanos.
    En cambio, Siete Pollos apuesta por la variedad: siete sabores distintos a la semana, combinaciones de especias, aderezos y estilos que ofrecen dinamismo al plato tradicional.

    Fuente: Domingo Al Día
    Fuente: Domingo Al Día

    Cada estilo mantiene la esencia del pollo a la brasa —cocción a leña, piel crocante, interior jugoso—, pero adapta su presentación y acompañamientos según público y contexto.

    ¿Por qué sigue conquistando paladares nacionales y extranjeros?

    El secreto no está solo en los ingredientes, sino en el tiempo y la técnica. La maceración prolongada en cerveza y sal permite que el sabor penetre. La cocción lenta a leña carameliza la piel, conserva jugosidad y desarrolla aromas ahumados. Ese sabor cálido y reconfortante trasciende culturas.

    Además, el pollo a la brasa tiene versatilidad: se adapta a familias, salidas entre amigos, almuerzos de fin de semana, festividades. Su precio accesible, su sabor universal y su capacidad de reunir personas lo convierten en una opción insustituible para muchos peruanos. Su reciente reconocimiento internacional legitima ese valor delante del mundo.

    Fuente: Domingo Al Día
    Fuente: Domingo Al Día

    ¿Qué revela esta ruta sobre la gastronomía popular peruana?

    Este recorrido demuestra que la cocina popular peruana no es estática. Evoluciona, se reinventa, pero mantiene su identidad. La tradición convive con la innovación. Pollerías familiares que han pasado su receta de generación en generación coexisten con espacios modernos que reinterpretan sabores.

    El éxito internacional del pollo a la brasa no solo celebra un plato, celebra un estilo de vida: humildad, sabor auténtico, trabajo permanente y capacidad de adaptarse sin perder raíces. Es una historia de orgullo nacional que se cocina a fuego lento.

    • El pollo a la brasa fue nombrado cuarto mejor plato con pollo del mundo.
    • Taste Atlas destacó su calidad y sabor tradicional.
    • “Donde Walter” mantiene la receta original: cerveza, sal y leña.
    • Píkalo fusiona pollo con tacos, chaufa y salsas urbanas.
    • “Siete Pollos” ofrece siete versiones distintas a la semana.
    • El plato sigue vigente por su sabor, precio y versatilidad.
    • Este reconocimiento revaloriza la cocina popular peruana.