Villa El Salvador: estudiante murió tras balacera entre pandillas
Lo que en un inicio fue un misterio, hoy tiene una respuesta gracias a su padrastro, quien, tras una exhaustiva búsqueda de videos de seguridad.
Foto y video: América Noticias
La vida de Nicole Huamán, una joven estudiante de diseño gráfico a solo dos meses de graduarse, se apagó de manera absurda y dolorosa.
No fue un robo, ni un sicario quien la atacó: fue una bala perdida en medio de un enfrentamiento entre pandillas, en Villa El Salvador, una violencia ajena a ella, pero que terminó cruzándose en su camino.
La noche del 8 de abril, Nicole regresaba de su trabajo como siempre: en bus, con su mochila al hombro y la ilusión de llegar a casa para asistir a sus clases virtuales.
Estaba a solo una cuadra de su hogar, cuando un disparo la alcanzó directamente en el corazón. Su único "error": llevar puesta una polera negra, que en medio del caos, fue suficiente para que un delincuente la confundiera con un enemigo.
En un principio, su familia quedó atrapada en la incertidumbre. No entendían qué había ocurrido. La versión inicial era confusa y las autoridades no ofrecían respuestas. Fue entonces que su padrastro, Fernando Tipiani, decidió actuar.
Durante semanas, reunió pacientemente grabaciones de cámaras de seguridad en la zona. Video tras video, reconstruyó la escena: dos grupos de pandilleros enfrentándose a balazos, corriendo, gritando y desatando el infierno justo cuando Nicole bajaba del bus.
El trabajo que debió hacer la policía, lo hizo su familia. Fernando no descansó hasta encontrar las imágenes que demostraban que Nicole fue una víctima colateral, alcanzada en medio de una guerra callejera absurda que ha dejado de ser una excepción para convertirse en parte de la cotidianidad en nuestros barrios.
Mientras los culpables siguen prófugos y las autoridades apenas reaccionan, su madre, Marina Espinoza, lucha cada día por mantener vivo el recuerdo de su "niña bonita".
Una joven llena de sueños, talento y amor que hoy no está, porque la violencia se ha adueñado de nuestras calles y la indiferencia sigue cobrando vidas inocentes.
