Violenta agresión en Piura: víctima grave y agresor sigue libre
Familia de Giancarlo Morante exige justicia tras brutal ataque en Sullana
Agresión en Sullana. Cuarto Poder
El pasado 23 de febrero, un ataque salvaje quedó registrado en las cámaras de seguridad del restobar Na’ Chopps, en Sullana, Piura. Daniel Jesús Gutiérrez Castillo ingresó al local, tomó una jarra de vidrio y la estrelló repetidamente contra el rostro de Giancarlo Morante Madrid, un agente aduanero que quedó inconsciente.
Las imágenes muestran la ferocidad del ataque y cómo el agresor, tras dejar a su víctima en el suelo, buscó con la mirada a su expareja, a quien también amenazó antes de irse. Minutos después, salió del local sin que nadie intentara detenerlo.
El resultado del ataque fue devastador: Giancarlo Morante sufrió fracturas en el cráneo, desprendimiento ocular y riesgo de perder la vista. Fue trasladado de emergencia a Lima en una aeroambulancia para recibir atención especializada.
Un agresor con denuncias previas y libre por fallas en el sistema
Daniel Gutiérrez no es un desconocido para la justicia. Su expareja lo había denunciado en agosto del 2023 por violencia. A pesar de tener medidas de protección, el sujeto la buscó y la agredió.
El historial de denuncias contra Gutiérrez incluye agresiones a mujeres, lesiones leves y conducción en estado de ebriedad. Sin embargo, la justicia no ha actuado con la rapidez necesaria.
La madre de la víctima denunció el ataque al día siguiente, pero su denuncia no apareció en el sistema policial hasta cuatro días después. Este retraso impidió que se pudiera solicitar la detención preliminar.
Un caso que demuestra los vacíos en la ley
La abogada penalista Cecilia Madrid Valerio ha explicado que, debido a los cambios en la ley, la detención preliminar ya no es una opción en este caso. Solo se podría solicitar impedimento de salida del país, pero hasta el momento, la fiscalía no ha tomado esta medida.
La defensa de Giancarlo Morante sostiene que este ataque debe ser considerado un intento de homicidio, lo que permitiría solicitar prisión preventiva. Sin embargo, el proceso podría tardar semanas, tiempo suficiente para que el agresor escape.
Mientras tanto, la familia de la víctima exige justicia. La madre de Giancarlo, Betty Madrid Zapata, sigue a su lado en la Unidad de Cuidados Intensivos, esperando respuestas de las autoridades.
Por ahora, el agresor sigue caminando libre.
