Uno por uno: este fue el desempeño de los jugadores de Cristal en el duelo que los coronó campeones

Lima.

Cristal no solo reedito su buena actuación en Cusco, sino la que hizo a lo largo del Descentralizado. Es el justo campeón y los números lo avalan, pero sobre todo, el buen juego que mantuvieron todo el año los dirigidos por Mosquera. Juego que en la segunda final, supieron traducirlo en el título número 16.

 

Erick Delgado (7) tuvo más trabajo que en Cusco, sorpresivamente, pero respondió bien a todos los remates. Sacó un gran disparo con destino de gol a Fabio Ramos. El capitán e ídolo ‘celeste’ debe quedarse, es el sentir del hincha.

 

Luis Advíncula (7) firme en la banda derecha. Llegó con peligro siempre hasta el final de la raya y sacó centros peligrosos.

 

Nicolás Ayr (6) buscó el gol en los tiros libre de Cristal, pero sin mucha fortuna. En defensa, sin embargo, pasó algunos apuros con los movedizos Rodríguez y Ramos.

 

Jesús Álvarez (7) reemplazó a la figura de la primera final, Marcos Delgado, y le fue bien. Ganó todo por arriba y no se complicó en las salidas. Sobria actuación.

 

Walter Vílchez (6) siempre en lo suyo, puso paños fríos en los momentos difíciles y aportó su experiencia para jugar finales. Sin embargo, su lado fue el más vulnerable.

 

Jorge Cazulo (9) tranquilamente puede ser la figura del Descentralizado. Fuerte en la marca y recuperación del balón, pero también sabe atacar. Fue el balance de Cristal durante el año.

 

Carlos Lobatón (8) es el técnico dentro del campo. El juego que quiere Mosquera se refleja en él. Siempre le entregó a un compañero y metió el partido a su ritmo.

 

Renzo Sheput (7) uno de los que ‘renació’ con la llegada de Mosquera. Su buena pegada y toque, le permite moverse por todo el frente de ataque.

 

Junior Ross (8) el jugador emblema de estas 2 finales. Hizo suya la banda izquierda, tanto en ataque como en defensa. Pero sobre todo, marcó los goles más importantes, en las finales.

 

Juan Carlos Mariño (7) el segundo delantero. Siempre jugó detrás del ‘9’ haciendo lo suyo, habilitando y poniendo pases gol.

 

Irvén Ávila (7) uno de los sacrificados del partido y del año, pues renunció a ser el goleador, pero encontró una nueva posición, abierto por la banda derecha. Generó peligro y siempre se las arregló para sacar un disparo.