Leonardo (Gonzalo Molina) empezará su venganza contra Catalina (Jimena Lindo) y no dudará en secuestrarla. El empresario se llevará a su exesposa a una bodega abandonada, donde también está Rocío. "A pesar de todo, tú eres el gran amor de mi vida (...) Nunca nadie me quiso, nadie", exclamará Leonardo.
Catalina llegó a la mansión y le pidió a Bastian (Rodrigo Sánchez Patiño) que abra la puerta de la habitación donde estaba Brigitte. Lo que no imaginó es que encontraría a su hija tendida en el suelo y sin vida. Ambos intentaron reanimarla, pero el empresario le tomó el pulso y se dio cuenta de que estaba muerta.
Él miró fijamente a su hermana y movió la cabeza, dándole a entender que su primogénita había fallecido. Catalina empezó a gritar y a llorar desconsoladamente, pidiéndole a la joven que despierte. "No puedo, mi amor, no", exclamaba envuelta en llanto.