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Alejandra se quiebra al recordar la boda de su mamá: “Tenía 17”
Alejandra no pudo contener las lágrimas al hablar de su madre en una reciente entrevista en "Esta Noche".
La emoción invadió a Alejandra Baigorria al recordar momentos especiales, un testimonio conmovió profundamente a los espectadores de Esta Noche. La empresaria y figura pública conmovió al compartir un emotivo recuerdo durante su boda, al hablar de su madre, quien fue obligada a casarse a los 17 años.
Un homenaje a los sueños de su madre
Alejandra explicó que su boda no solo fue una celebración de amor con Said Palao, sino también una forma de redención y homenaje para su madre. A través de cada detalle, desde el vestido hasta el vals, buscó incluirla en un proceso que alguna vez le fue arrebatado. La empresaria relató que su madre vivió su propia boda de forma muy distinta, sin poder tomar decisiones, y que ahora, con esta nueva oportunidad, ambas sintieron que cerraban un ciclo.
“Mi mamá se casó con mi papá cuando tenía el 17 para 18 años, si no me equivoco, porque estaba embarazada de mí, obviamente a ella la obligaron a casarse, porque en esa época, pues era 'está embarazada, te casas'. No le dejaron la opción de elegir nada, le pusieron un vestido que había por ahí, le estamparon un buque que había por ahí, y ella, pues, no vivió esto”, contó Ale.
La conexión madre e hija se intensificó en cada paso del proceso, desde las pruebas de vestido hasta el ingreso al altar.
Una boda que cerró ciclos
Más allá de ser una celebración romántica, la boda se convirtió en una ceremonia de reconciliación con el pasado familiar. Alejandra reveló que haber compartido ese momento con su mamá significó mucho más que una tradición: fue una forma de sanar heridas, perdonarse y reconocerse mutuamente.
“Y la verdad que la vi tan feliz también a ella, mi papá, su papá,su mamá (de Said), todos lo han gozado tan lindo, o sea, toda la familia lo ha vivido tan lindo, estaban tan emocionados, que para mí eso es lo más importante y lo que más vale”, añadió la conocida "Grinda de Gamarra".
La boda se convirtió en una prueba de que los sueños sí se pueden recuperar, incluso si no se vivieron en su tiempo.
