En Vivo
En una conversación íntima para Mande Quien Mande, Onelia Molina revela los motivos que la llevaron a no perdonar a Mario Irivarren tras el fin de su relación. La joven enfatiza que no se trata de falta de cariño, sino de una convicción personal: no cree en los “tiempos” para sanar, ni en la idea de que el amor lo puede justificar todo. Para ella, la tranquilidad emocional es más valiosa.
Onelia fue clara al explicar que no comparte la idea de esperar “un tiempo” para volver a intentarlo. En su opinión, cuando una relación llega al punto de quiebre, lo más sano es cerrar ese ciclo con madurez, sin alimentar falsas esperanzas. “Para mí no hay tiempos”, dijo, reafirmando su decisión de no seguir alimentando una ilusión.
“Yo considero que ¿Estamos o no estamos? Y actualmente no estamos, la relación se terminó y por terminada la relación, por mi paz, por mi tranquilidad, esa es mi prioridad y lo va a hacer siempre”, añadió.
Esta firmeza no nace del rencor, sino de la convicción de cuidar su bienestar emocional. Su perspectiva aporta una mirada distinta sobre las reconciliaciones, recordando que, a veces, amar también es saber soltar.