Nadine Heredia burló a la justicia y ya está asilada en Brasil
Ex primera dama fue sentenciada y escapó; pidió asilo en la embajada de Brasil
El reloj marcaba las 11:45 de la mañana cuando se dictaba sentencia contra Nadine Heredia. Pero ella, junto a su hijo menor, ya había ingresado a la embajada de Brasil en Miraflores. Pidió asilo diplomático minutos antes de ser oficialmente condenada a 15 años de prisión por lavado de activos agravado.
Heredia burló a la justicia y ya está asilada en Brasil
La noticia se mantuvo en secreto por casi cinco horas. Recién a las 4:20 de la tarde, la Cancillería confirmó su paradero a través de un comunicado. Mientras tanto, agentes judiciales tocaban insistentemente la puerta de su casa. Nadie respondía. La Policía ya llegaba tarde.
Horas más tarde, y tras una autorización express del gobierno peruano, Heredia abordó un avión del gobierno brasileño desde el Grupo Aéreo N°8, con destino a Sao Paulo. El avión fue enviado por el mismísimo presidente Lula da Silva.
Contra el asilo
Analistas como José Carlos Requena cuestionaron la velocidad con la que el Estado permitió su salida. "La decisión de Lula solo confirma las sospechas sobre este caso", sentenció.
Por su parte, Omar Chehade no se guardó nada: "Se ha desnudado como una persona sin escrúpulos. Esto fue una fuga técnica, planeada al milímetro".
La ex primera dama —y según muchos, la presidenta de facto en el gobierno de Humala— decidió no enfrentar la justicia. A diferencia de su esposo, que ya cumple condena en el penal de Barbadillo, ella optó por la impunidad diplomática.
Hoy, Heredia está en territorio brasileño, lejos de la celda que el Poder Judicial tenía preparada. Su figura, antes poderosa, hoy huye de un juicio que la alcanzó... pero no la atrapó.