Trump congela fondos a Harvard tras acusaciones al sistema
El mandatario de EE.UU. ordenó la suspensión de subvenciones a la universidad, alegando antisemitismo y falta de transparencia. La casa de estudio lo llevó a juicio.
El presidente Donald Trump decidió congelar todas las nuevas subvenciones federales a la Universidad de Harvard, una de las más prestigiosas del mundo. Esta acción agrava la confrontación entre su gobierno y el sector académico, que en los últimos años ha sido crítico de sus políticas.
La medida fue anunciada por la secretaria de Educación, Linda McMahon, quien publicó una carta abierta acusando a Harvard de burlarse del sistema educativo estadounidense y de incumplir principios fundamentales de transparencia y rigor.
¿Qué argumentos dio el gobierno para quitar los fondos?
El gobierno acusó a Harvard de antisemitismo, discriminación racial y falta de pluralidad ideológica. También cuestionó la gestión de sus recursos y su compromiso ético con la educación pública. Por ello, Trump decidió suspender no solo los fondos actuales, sino bloquear todas las nuevas solicitudes de subvención que presente la universidad.
Previamente, su administración ya había congelado 2,200 millones de dólares destinados a la institución como parte de un enfrentamiento político más amplio.
¿Cómo respondió Harvard ante esta sanción?
Harvard demandó al gobierno estadounidense, asegurando que la decisión responde a una represalia por sus críticas públicas en temas como derechos humanos. Según sus voceros, la universidad ha mantenido un firme compromiso con la libertad académica y la diversidad de pensamiento.
La institución insiste en que no hay fundamentos para las acusaciones y que el recorte afecta directamente su capacidad de investigación y apoyo estudiantil.
¿Qué significa esto para otras universidades en EE.UU.?
Esta medida se da en medio de un contexto de polarización creciente entre el gobierno y las universidades. Donald Trump ha criticado abiertamente a las instituciones de élite por promover lo que considera posturas “antiamericanas” y sesgadas.
El caso de Harvard podría sentar un precedente para otras casas de estudio que también han sido críticas del expresidente. Esto ha encendido las alarmas entre académicos y estudiantes que temen por la libertad de cátedra y los recursos para investigación.