Capturan a asesinos del alférez Jhordy Escobedo en Carabayllo

El dolor de una familia y de toda una institución comienza a encontrar justicia. La Policía Nacional del Perú capturó a los presuntos asesinos del alférez Jhordy Escobedo Mori, quien fue asesinado el pasado 23 de octubre mientras se encontraba dentro de su camioneta junto a su pareja, en el distrito de Carabayllo.

Los detenidos han sido identificados como Kevyn Said Gamarra Bustamante, de 33 años, y Máximo Enrique López Yllaconza, de 31. Ambos serían integrantes de la organización criminal “Los Malditos de Puente Piedra” y, según la policía, formarían parte de su brazo armado.

¿Cómo cayeron los sospechosos del crimen?

El operativo fue producto de un trabajo de inteligencia que permitió localizar a Kevyn Gamarra en la cuarta zona de Collique, a bordo de un auto rojo Nissan Versa, el mismo que habría sido usado en el ataque. Al momento de su detención, portaba marihuana y municiones, y presentaba requisitoria vigente por falsedad genérica, además de antecedentes por suplantación de identidad y estafas.

Por su parte, López Yllaconza fue capturado en Comas. Había salido de prisión en 2024, tras cumplir condenas por robo agravado y tenencia ilegal de armas. Ambos están ahora bajo custodia policial mientras continúan las diligencias.

¿Quién era el alférez Jhordy Escobedo?

Jhordy Escobedo era querido y respetado por sus compañeros en la comisaría de Carabayllo y en su ciudad natal, Chachapoyas. Participaba activamente en actividades comunitarias y mantenía una relación amorosa llena de gestos y sorpresas.

Estaba a punto de convertirse en padre. Su pareja, entre lágrimas, relató que le arrebataron al hombre que amaba y que ahora solo le queda el fruto de ese amor: su hijo en camino. “No entiendo por qué lo mataron si era un buen policía”, expresó con dolor.

¿Qué hipótesis maneja la policía?

Las primeras investigaciones apuntan a que el crimen se habría producido durante un intento de asalto. Los delincuentes, presuntamente armados, interceptaron al alférez y le dispararon mientras se encontraba en su vehículo con su pareja. La violencia del ataque terminó con su vida, dejando una profunda herida entre sus seres queridos y colegas.

Ambos detenidos habrían participado directamente en el hecho, lo que refuerza la tesis de que el crimen fue cometido por encargo o como parte de las actividades delictivas de la banda.

¿Qué acciones siguieron tras el crimen?

La Policía Nacional rindió honores fúnebres a Escobedo en un sepelio cargado de tristeza y respeto. “Honor y gloria”, repitieron sus colegas mientras su madre rompía en llanto. “Dale, Señor, el descanso eterno”, se escuchó entre los asistentes, mientras la comunidad lo despedía con profunda indignación.

Hoy, con los principales sospechosos detenidos, la familia del alférez y la institución policial esperan que se haga justicia por la vida de un joven oficial que entregó todo por su vocación de servicio.